LA MUERTE TIENE PERMISO
Erase una vez en poblado cercano al cerro del Tepoztlàn una familia de escasos recursos
Los integrantes de dicha familia eran el papá la mamá y dos hijos: Susana y Luis, Susana tenía tres años, y Luis de Cuatro, Susana padecía de una enfermedad conocida como leucemia, la cual le tenia condenada a morir irremediablemente, ya que sus padres habían agotado por todos los medíos las posibles oportunidades de salvar a su hija, los patrones de don Erasmo el papá de Susanita la habían llevado a los mejores hospitales de Estados Unidos, y todos coincidían en lo mismo, que su hija , ya no tenia remedio, y que le quedaba muy poco tiempo de vida, tal parecía que el destino de Susanita era terminar con su vida, y una noche en que sus padres cuidaban a Susanita en medio de una tormenta inusual debido a los fuertes vientos y tormentas eléctricas, la niña comenzó con una dificultad de respirar, y diferentes síntomas anormales, propios la enfermedad que anunciaba la perdida irremediable de la menor, la madre desesperada salió corriendo en medio de la oscuridad en la búsqueda del brujo del pueblo, del cual decían, y rumoraban que tenia pacto con la muerte , y que el podía decidir si morían o vivían. Entonces Irma la madre de Susanita llego al lugar que le indicaron en el cual podía encontrar al brujo, e hizo que los visitara hasta su casa para revisar a Susanita, y el brujo realizando una serie de conjuros, logro estabilizarla, e inmediatamente llamo a sus padres, y les comunico que ya tenían de que preocuparse, que su hija ya había sanado por completo, los padres incrédulos antelas palabras del brujo, preguntaban que como le había hecho, y con una seguridad, el les contesto QUE EL ERA LA MUERTE!, Y que no quería aun la vida de la niña, por que tenia un destino que cumplir. Al amanecer los padres fueron a buscar al brujo a la cueva donde había ido la señora la noche anterior, y grande fue sus sorpresa, que dicha cueva no se entraba ya. Y dando gracias a dios se retiraron y encontraron a su hija completamente sana.
Profr. Vicente Yáñez portilla.
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